Hotel en Navacerrada – Sierra de Guadarrama

El hotel Arcipreste está situado en un impresionante balcón natural sobre el embalse de Navacerrada, lo que supone una de sus mayores atracciones para los turistas. Dicho embalse, se alimenta de un afluente del Rio Manzanares, gracias al cual se abastece a los pueblos de la Sierra. No está permitido realizar ningún tipo de deporte en él, aunque si la pesca debidamente autorizada por el correspondiente permiso. Es uno de los parajes naturales más bellos de la zona, y las autoridades protegen tanto el entorno como, lógicamente, la pureza de las aguas.

Nuestras instalaciones se encuentran, además, en el centro de uno de los caminos madrileños de Santiago, en el mismo centro del Parque Nacional de nuestra Sierra de Guadarrama. Como es bien sabido, el Camino del Apóstol desde Madrid sigue una ruta que atraviesa la Sierra de Guadarrama hasta llegar a traspasar el Puerto de la Fuenfría. Los orígenes históricos de ello se remontan a la conquista cristiana de Madrid en el siglo XI por las huestes del rey-emperador Alfonso VI de León, y en la consagración de una de las parroquias madrileñas a Santiago el Mayor en el siglo XII. El Camino de Madrid en realidad cruza la vía romana XXIV del Itinerario de Antonino Augusto Caracalla, cuya trayectoria abarca también Segovia y Simancas y pasa por Valladolid. Fue la senda que seguían los campesinos gallegos que venían desde Lugo a Castilla para la siega. Se trata pues, de unos lugares de trasfondo histórico milenario y casi inmemorial.

La sierra de Guadarrama forma parte de una larga cadena de montañas de cruza, como ya bien todos sabemos, el centro de la Península Ibérica de este a oeste.

La sierra y sus condiciones forman parte de un conjunto histórico de nuestro país que, debido a la poca mano del hombre, es una de las zonas preferidas de los que buscan disfrutar de zonas naturales donde poder realizar actividades de aventura, conocer la naturaleza o descansar en un ambiente lejos del humo de la ciudad. Y es que tanto el silencio como el aire puro o las bellas y desafiantes anfractuosidades naturales, son bienes escasos en un mundo donde predomina cada vez más la homogeneización urbanística, el asfalto y la superpoblación, en un ritmo de vida agobiante y cercado por la polución ambiental.

En la sierra de Guadarrama en general, y Navacerrada en particular, puedes disfrutar de nueves sistemas naturales:

Matorrales supraforestales, pastizales de alta montaña, estepas leñosas de altura y cascajares.

Pinares, sabinares y enebrales.

Robledales, hayedos y abedulares.

Quejigares y melojares.

Encinares, carrascales, alcornocales y acebuchales.

Cursos de agua y bosques de ribera.

Humedales y lagunas de alta montaña.

Sistemas naturales singulares de origen glaciar y periglaciar.

Formas de relieve y elementos geológicos singulares de montaña y alta montaña.

El corazón de la Sierra de Guadarrama palpita en Navacerrada, un pueblo ubicado en una depresión de la naturaleza, rodeado por las más elevadas montañas de la Comunidad de Madrid, a unos 1.200 metros de altitud. Sus orígenes se fijan en la Reconquista con el establecimiento de ganaderos. Se trata de un pueblo muy vivo y con una actividad abigarrada que lo hace muy atractivo: todos los domingos se instala en la explanada de la Avenida de Madrid un mercadillo de antigüedades, y el primer domingo de cada mes se celebra una exposición de automóviles antiguos, a la par que un mercadillo medieval, que confieren a esta peculiar villa un aire ciertamente pintoresco y festivo. Se trata de uno de los municipios que forman parte del Camino de Santiago de Madrid, por lo que sus cálidos hogares de leña y rica oferta hostelera bien pueden ser un alivio para caminantes.

La calle principal desemboca en la plaza de la villa. Es difícil, independientemente del día que haga, que al llegar allí no encuentres a la gente en la calle, disfrutando de sus bares, de la carne con denominación de origen del la zona, de los vinos, cervezas, vermuts… Da igual que sea invierno o verano, si no es en las terrazas, los locales estarán llenos, con un calor reconfortarte y un olor a leña que se expande por las calles.

Navacerrada merece un paseo, simplemente por observar la armonía de sus casas, esas calles que casi parecen peatonales pero donde hay espacio para todos.

Si te gusta la naturaleza, si te gusta salir a tomar algo, si te gusta la fotografía, si te gustan los deportes, como el senderismo, si te gusta conocer nuevos sitios, si te apetece algo diferente una mañana cualquiera, si te apetece refrescarte en verano, si te apetece pisar nieve en invierno o si simplemente te apetece respirar aire puro… ¿Por qué no te acercas al Hotel Arcipreste de Hita?